La Revolución Rusa.

 A principios de 1917 Rusia es un imperio pero, al mismo, tiempo un país rural económicamente atrasado respecto al resto de Europa. El zar Nicolás II último de la dinastía Romanov es un autócrata, o sea, concentra en sus manos todos los poderes.

 La población se divide en dos clases sociales la nobleza feudal y el resto del pueblo, de hecho, cuatro de cada cinco rusos son campesinos y obreros y las desigualdades son enormes. Las condiciones de vida de los campesinos son como las de la edad media. Los obreros de Petrogrado y Moscú viven asignados en barracones insalubres y con jornadas laborales de hasta dieciséis horas. Ante esta situación Nicolás II se niega a conceder reformas y periódicamente, explotan nuevas revueltas que las tropas del zar reprimen de forma violenta. La más sangrienta de ellas ocurre en 1905 en Petrogrado y uno de los líderes de esta sublevación es Lenin, dirigente de la facción bolchevique del partido obrero social demócrata ruso, de orientación marxista. Doce años después, Petrogrado volverá a ser el foco de la revolución y Lenin será uno de los protagonistas.

Desde 1914 el ejército ruso está luchando en la Primera Guerra Mundial. Tras tres duros años de guerra hay más de 6 millones de muertos, heridos y prisioneros entre las tropas rusas. Además, a esto se le suma una inflación desorbitada, el desabastecimiento de alimentos y productos básicos y el descontento político por la falta de reformas. En este contexto, en febrero de 1917, según el calendario juliano, el Gobierno imperial es debilitado por un conjunto de huelgas y por la presión de la oposición liberal y por la presión de los militares.

Al cabo de unos días el zar Nicolás II, desacreditado en incapaz de controlar la situación, es obligado a abdicar y es confinado con toda su familia. Un año después, todos los Romanov serán ejecutados.

Familia Romanov.

Ahora los rebeldes asumen el control del país y ejercen el poder político a través de un comité provisional de gobierno y del soviet de Petrogrado. El  gobierno provisional está formado por liberales y socialistas moderados, y está dirigido por Kérenski. El soviet, en cambio es una asamblea popular formada por obreros y soldados. Su organización se extiende en poco tiempo al resto de Rusia, involucrando también a los campesinos. Estos dos órganos compiten entre ellos por el poder. En las primeras semanas el gobierno provisional decretó la libertad de prensa y reunión y permite el regreso de los exiliados políticos, entre ellos Lenin, pero no puede llevar a cabo la reformas sociales y económicas prometidas. En cambio, el soviet obtiene rápidamente el apoyo popular pero también dentro del soviet se enfrentarán las facciones: por un lado, los mencheviques, que son marxistas moderados; por el otro, los bolcheviques, el grupo más radical guiado por Lenin y León Trotsky. Éstos dos dirigentes comunistas logran el control total del soviet.

Revolución de Octubre: la noche y el siete y el 8 de noviembre, después de un intento de golpe militar, Lenin y Trotsky asaltan El palacio de invierno de Petrogrado, la sede del gobierno provisional. Capturan todos sus miembros y así inician un régimen comunista.

Las medidas principales de su programa son:

-El retiro de tropas rusas de la guerra

-La liquidación de los latifundios y la entrega de la tierra a los campesinos

-La nacionalización de los bancos

-El control obrero sobre la producción industrial

-La suspensión de los privilegios de la nobleza y la Iglesia

Para ello, Lenin aplica las teorías económicas y sociales elaboradas cincuenta años antes por Carlos Marx y Frederic Engels y funda el primer Estado socialista de la historia. Después de una guerra civil de cinco años, los bolcheviques conquistan definitivamente el poder y en diciembre de 1922 nace oficialmente la Unión Soviética, un gran imperio que durará hasta 1991.